Dicen que tanto hombres como mujeres somos celosos por naturaleza, que hasta quien dice no sentir celos, en el fondo ha hecho una que otra cosa para hacer caer a su pareja.
¿Estamos en un momento en que debemos estar pendiente de que no nos sean infieles en cada relación? ¿Nunca se puede bajar la guardia?
Según la Psicóloga, Lucy Serrano del Centro de Desarrollo Personal, hay patrones que siempre se repiten pero no todas las infidelidades son iguales. Es por esto que debemos estar atentos de ciertos signos pero no matarnos la cabeza dándole vueltas a un tema que afecta en mayor proporción a quien sufre la infidelidad.
Según la experta hay que estar alerta de estas situaciones o comportamientos:
– La pareja está fría, distante, tiene de repente nuevos intereses y nuevos amigos que no presenta.
– Ya tiene una agenda con compromisos personales que le atribuye al trabajo.
– Siempre está pendiente del celular y está nervioso si suena cuando está con su pareja.
– Siempre tiene correos alternos que son los que entrega a su nueva comunidad de amigos.
– En redes sociales nunca comenta o muestra afecto por su pareja.
– Tiene otras prioridades en la vida que ya no son las que tenía con su pareja.
Pero, ¿qué pasa en la vida real? Una persona que atraviesa por esta situación lee estas alertas y resulta que quiere saber más, comienza a buscar.
Y es esto precisamente lo que sugiere la Psicóloga que se debe evitar. Por ejemplo, “volverse la detective, buscar como loco o loca más información, poner trampas”. ¿La razón? Porque cuando se tiene toda esta información la persona que busca y encuentra se pregunta, ¿qué sigue?
Para la especialista, luego de tener toda esta información la persona menos indicada para explotar es con la pareja.”Porque a pesar de las pruebas que le lleven y lo involucren, va a mostrar que tú le fallaste, va a decir que buscó afuera lo que tenía en casa”.
¿Por qué hace esto un infiel?
Cuenta la experta que hay casos en que al infiel le gusta estar con otras personas aún cuando no hay un sentimiento de por medio. Que en muchos de los casos se presenta algo que llama ‘Combinar sentimientos’, es decir, “mi esposa es buena, amorosa, me respeta y me quiere, pero la otra es fuego, es joven no me pelea”.
Ponen por encima de la relación “la emoción que causa lo prohibido porque es la novedad”.
Según Serrano, lo que cualquier persona haría al descubrir una infidelidad es precisamente lo que no se debe hacer, por salud mental de la persona que lo descubre. Esto es lo que no se debe hacer:
– Armar escándalos e insultar, antes bien, pensar con cabeza fría para poder saber lo que se va a decir.
– Mucho menos armarle escándalo a la otra persona (la tercera), pues puede que la persona infiel le crea más a la otra persona y se venda como una pareja que nunca le haría esto.
– Consultarle a todo el mundo sobre esta situación, que si bien lo llena de rabia, es personal.
– No consultar brujas o hacerse cartas para conocer una verdad que usted ya conoce, pues corre el riesgo de perder dinero y tiempo.